Darley y Fazio nos describen paso a paso el modo en la que las expectativas condicionan y pueden determinar las relaciones interpersonales entre maestro-alumno.
- El maestro se crea expectativas de los alumnos basándose en las características de estos, su historial, sus resultados, su conducta, e incluso su físico...
- Esas expectativas dterminan la conducta del maestro hacia el alumno.
- El alumnos interpreta a conducta del maestro y entiende que esta es provocada por algo duradero en su propia persona y seguirá esperando del maestro el mismo trato.
- El alumno responde a la conducta del maestro confirmando las expectativas de este.
- El maestro interpreta la respuesta del alumno y tiende a hacerlo buscando la confirmación de las ideas que ya tiene, atribuyendo las conductas que están de acuerdo con esas ideas a las características del alumno, y las conductas que las contradicen a factores casuales. Se necesita una reconfirmación repetida y clara para que el profesor cambie sus expectativas.
- Finalmente el alumno en la medida en acomoda su conducta a las expectativas del maestro, cambia el concepto que tiene de sí mismo: su comportamiento tiende a arrastrar su pensamiento.
¿QUÉ DEBEMOS HACER PARA QUE LOS ALUMNOS SE SIENTAN BIEN?
- Se recuerdan y los llaman siempre por sus nombres.
- Hacen frecuente contacto visual con ellos.
- Les ponen atención sus comentarios y respuestas.
- Estimulan su participación en clase.
- No los interrumpen en sus intervenciones.
- Le dan el tiempo necesario para que respondan a sus preguntas.
- Elogian sus planteamientos y respuestas.
- Los retroalimentan en tiempo, con exactitud y precisión.
- Prefieren que ocupen asientos cerca del “lugar” del maestro.
- Les solicitan colaboración en actividades extras.
(*) Según Good y J. Brophy., La sociología educativa. Un acercamiento holístico. Holt Rinehalt and Winston., New York., 1990
SUGERENCIAS PARA LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA
- Observa a tus alumnos en las actividades que realizan, con discreción y afecto.
- Escúchalos, préstales atención; en todo momento en que directa o indirectamente la reclamen.
- Conversa con ellos sobre diferentes temas. Háblale a su nivel y sobre lo que le llama la atención.
- Date tu tiempo para participar en sus juegos, actividades y pláticas como uno más del grupo.
- Conóceles cada vez más y mejor, descubre poco a poco sus gustos, talentos, inclinaciones y sus modos de reaccionar ante diversas situaciones.
- Ten expectativas altas de tus alumnos, con todos y cada uno. Ellos lo van a detectar en nuestro lenguaje no verbal, en el modo peculiar de relacionarnos con ello, de pedirle o sugerirle las cosas.
- Recuerda que se parecen a nosotros cuando teníamos esa edad pero son bien diferentes y con extraordinarias potencialidades... y que si soñamos en grande en su futuro a partir de conocerlos y tener una actitud positiva y alentadora y poco a poco los estimulamos y le damos la oportunidad, trascenderán en la vida.
- Pregúntales: ¿Qué quieres ser cuando seas grande? No importa la respuesta, recrea con ellos esa expectativa, indaga ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo? Juega con ellos al respecto. Haz que realicen dibujos y composiciones escritas sobre lo que quieren ser de grande, que conozcan personas que se han destacado en esa área, que lean o vean películas sobre sus vidas, valora las cualidades que poseen o deben poseer para desempeñarse como tal.
- Ah... y no te preocupes si al poco tiempo quieren ser otra cosa. ¿Qué bien! Lo importante es que quieran SER GRANDES y que perciban en nosotros esa aspiración; como legítima y posible.
Fuente: http://www.redtalento.com/Articulos/WEBSITE%20Revista%20Magister%20Articulo%209.pdf
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